Quiero aflorar
albuferas entre tus piernas, ahogarme en los ríos que nos aneguen los muslos.
Quiero navegar tu espalda agarrada al mástil de tu cuello y perder mis dedos en
tus recovecos.
Bailarte algún
ritmo sucio contra la encimera del lavabo, desencadenar un terremoto en tus
caderas y soplarte un huracán en el cabello. Aferrarme a tus omóplatos hasta
quedarme sin uñas y entonces, pasar a los dientes. Tender mi lengua en el hueco
de tu clavícula y llegar tan a fondo que le saque brillo hasta a tus huesos.
Escribirte una
herejía entre los pechos y pedir misericordia entre tus brazos. Tatuarte la
geografía de mi boca en la esquina de la ingle y dejarme caer por tu
pantorrilla izquierda. Aterrizar en el comienzo de un tobillo y escalarte toda
entera desde allí.
Follarme la curva
de tu cintura hasta derrapar en la explanada de tu tripa. Enroscarme en el
huequito de tu ombligo y descoserte la línea del vello a dentelladas en seco.
Tensarte hasta
arquearte y empuñarte mientras toco cada cuerda que hay en ti. Dislocarme las
falanges y quebrarme las rodillas en la patria de tu piel. Darle cuerda a mi
muñeca contra el carrusel de tu figura, marearme dando vueltas a la
circunferencia de tus caderas.
Descolgarme de tu
nuca y practicar acrobacia en tu trapecio. Deslizar mi pierna entre tus muslos
y evitar la colisión de las rodillas, provocar temblores en tus pantorrillas. Lamer
cada uno de tus milímetros hasta quedarme con la boca seca e ir a refrescarme
al humedal que nos rodea.
Quiero que no nos
haga falta hablar para entendernos, que tus jadeos combinen con mis jadeos. Inventar
un alfabeto nuevo en Braille para mi clítoris y tus dedos, robarte la voz y que
vengas a buscarla. Que te quedes con la mía, ya de paso, que puedo estar sin
ella por un rato si tú escuchas lo que te dicen mis manos.
Desayunarme el
lóbulo de tu oreja para luego merendarte entera.
Ser más bruta que
los niños en el parque, llenarte la garganta de rasguños.
Componerte cien
sonetos y empaparlos salivando cada vez que pienso en ti.
Que se emborronen
las palabras que a ti y a mí nos basta con gemir.
Leí todos los que veo por aquí y en mi cuenta de Facebook "Esto es por las enfermas mentales". Qué bàrbara más carga como expresamos en Costa Rica admiración. Ojalá te vaya todo lo bien que se pueda.
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