tengo
cinco lágrimas y un cárdigan
por
cada hora que no te escucho
así que
imagínate
cuánto
hace
que se
me acabaron
los
pañuelos
imagínate
el frío
que hace aquí dentro
lleve
lo que lleve puesto
tengo
una radio estropeada en la garganta
desde
que no me coges el teléfono
y me
vibran las muñecas
de
sintonías desafinadas
desde
que mi mano se quedó
huérfana
de tus dedos
se me
han retorcido las vértebras
desde
que no me las tocas
y ahora
llevo por columna
una
escalera de caracol
que
nadie quiere subir
por miedo
al súbito vértigo
se me
han hundido las flotas
no me
despegan los aviones
de la
explanada del pecho
y van a
tener que construir un aeropuerto
en el
ventrículo izquierdo
de lo
que hicimos hogar
mañana
habrá solo viajeros